Éramos, éramos más que palabras, más que frases soltadas al viento en busca de la realidad.
Éramos la caricia que deja calor en un cuerpo desconocido, el canto que entibia la garganta ajena y los pasos que guían los pies de alguien más.
Fuimos pasado, presente y futuro, fuimos la esperanza que avivaba la llama de todas las hogueras olvidadas.
La fuerza, el sostén, el soporte de las ilusiones pasajeras que nos alimentaban para que la monotonía no nos devorara.
Fuimos, siempre fuimos horizonte donde el sol nació, donde las estrellas se colocaban una a una cuando la luz del día desaparecía.
¿Hoy? Hoy solo somos pasado, recuerdos, ecos perdidos en busca de nuevas voces y ojalá que encontremos bocas dispuestas a nombrarnos, a llamarnos.
Éramos, sí, éramos... así, en pasado, sin futuro.
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